Un día perdí los besos.
Debieron caerse en la calle, al salir del coche o los debí dejar en un bolsillo de alguna chaqueta.Quizás me los robaron cuando cerraron la puerta para siempre.
No me acordé de ellos hasta que tú, extrañado, me dijiste que por qué no te besaba.
Se me olvidó que existían hasta que te acercaste a mis labios.
No sabía qué sabor tenían hasta que no me diste uno el día que fui a buscarte.
No recordaba que no se dan con cuentagotas sino que el tiempo debe pararse cuando llegan.
Los besos se dan con todas las letras y tu has hecho que los escriba con mayúsculas.
in dribs and drabs
ResponderEliminar