miércoles, 17 de enero de 2018

BESOS

Un día perdí los besos.
Debieron caerse en la calle, al salir del coche o los debí dejar en un bolsillo de alguna chaqueta.
Quizás me los robaron cuando cerraron la puerta para siempre.
No me acordé de ellos hasta que tú, extrañado, me dijiste que por qué no te besaba.
Se me olvidó que existían hasta que te acercaste a mis labios.
No sabía qué sabor tenían hasta que no me diste uno el día que fui a buscarte.
No recordaba que no se dan con cuentagotas sino que el tiempo debe pararse cuando llegan.

Los besos se dan con todas las letras y tu has hecho que los escriba con mayúsculas.

martes, 16 de enero de 2018

Derecho a réplica



Nunca voy a olvidarme de ti porque tú me lo digas.
No puedo convencer a mi mente de algo que no quiero.
Imaginaré que recorro el camino a tu casa a diario para que no se me olvide como llegar.
Así el día que me llames no me perderé.
Las rotondas que me unían a ti y los segundos que me separaban ahora son tonterías.

Nunca voy a olvidarme de ti porque tú me lo digas.
No puedo quitarme de la cabeza tus manos.
Imaginaré que aún acarician mi espalda mientras duermo en aquella habitación que no veía el sol.
Así el día que me llames el tiempo no habrá pasado.
Tu falta de tacto y mi alta sensibilidad a las palabras ahora son solo tonterías.

Nunca voy a olvidarme de mí porque tú me lo digas.
No puedo dejar de ser lo que tú has creado.
Imaginaré como compones canciones y yo escribo mientras tomamos una infusión muy caliente.
Así el día que me llames seguiré siendo yo.
Que estés convencido de que cocinas bien ahora es solo una tontería.

No voy a olvidarme de nosotros porqué tu lo digas.
Hazlo tú por los dos.
Tú sí puedes.





martes, 9 de enero de 2018

Has dejado de doler


Hoy somos dos desconocidos que un día compartieron momentos bonitos.
Algunos te dijeron que esto iba a pasar.
Siempre lo supieron.
Tendrían que vivir cien vidas para entendernos.
Atrevidos que juzgan sin ni siquiera conocerse a si mismos.

No tengo tiempo de odiarte. 
Usaré el poco que me has dejado en ser feliz.
No vas a saber más de mí, ni yo de ti. Ni quiero
Convéncete ya.
Adiós sin reencuentros, sentimientos ni rencores.



martes, 2 de enero de 2018

Esa tarde...

Esa tarde me esperabas tomando un té. Llevabas esa camisa de cuadros rojos que te queda tan bien. Bromeé contigo preguntándote si sabías de qué color era. Siempre me ha llamado la atención la gente daltónica. Sonreíste de medio lado y me hiciste acercarme a la chimenea. No tenía frío pero accedí, así podría tocar tu rodilla. Esperaba algún comentario sobre cómo me quedaba el jersey. Había intentado la dejadez meditada que tan bien se te da a ti. No hubo halago. Me encanta que te hagas el digno cruzado de brazos sin mostrar sentimientos. Se te da fatal pero te da un toque muy sexy. Tú mente piensa en voz alta y se que te mueres por levantarme, besarme, parar para sonreír, apartarme el pelo de la cara, susurrarme lo que has estado callándote desde que he llegado y no dejar de besarme hasta que la batería de tu móvil se acabe y con ella deje de sonar nuestra música.