
Tengo pereza de conocerte, pero no puedo dejar de hacerlo.
Has llegado sin querer, sin llamarte y sin motivo, pero... adelante, siéntete como en tu casa.
Puedo ofrecerte algo de beber por si se te atraganta la situación. Quítate los zapatos por si te aprieta la novedad.
Y ponte cómodo.
Sobretodo ponte cómodo porque esto, va para largo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario