martes, 12 de diciembre de 2017

Declaración de Indie-pendencia

Hoy es uno de esos días raros. Todos mis pensamientos flotan a la deriva y ninguno toca tierra.

La calma me aburre y la tormenta me ahoga al respirar. Quiero un viento a rachas y una alma que no esté rota.

Me lo he ganado yo por ponerme este escudo humano que calla más que habla, que llora más que ríe y que me hace más débil que valiente.

Cada día recuerdo tu maldita dulzura. Esa con la que miras y con la que piensas.

Me hablas con puntos suspensivos porque sobran las palabras entre tu y yo.

Lo que te hace grande es tu constancia y tu constancia es mi suerte.

Se busca golpe maestro que acabe con las nubes negras y traiga relación infinita o perpetua.

Urge pirómano de la rutina y los silencios incómodos. Urges tú.

Sí tú, a pesar de la cuadratura de tu círculo mental y tus sonatas fantasmas castizas.

Doblaré el mapa y llegaré a ti, tarde o temprano. Y el día que eso suceda sálvese quien pueda.




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