lunes, 4 de marzo de 2013

Resaca de Amor

Te levantas después de una noche bebiendo como si no hubiera mañana. Lo primero que piensas es: No bebo más.
Cambia el alcohol por amor y esa soy yo.

He probado cócteles de labios dulces, amargos, fuertes y afrutados. Y he conseguido un mareo considerable, un rechazo a enamorarme intenso y una resaca de amor sin cura.

Este síndrome de abstinencia me pide más amor, pero no puedo seguir borracha por la vida. Aguantaré los síntomas y esperaré a encontrarme totalmente sobria.

Un par de consejos de amigos con dosis de Ibuprofeno, fruta y agua para compensar la deshidratación y grandes raciones de sueño.

Si, creo que sobreviviré.

Como con las copas, en el amor sabemos dónde esta nuestro límite, pero lo superamos. También pensamos que controlamos, pero no es cierto. Y por último juramos no volver a caer pero volvemos a tropezar cuando llega el fin de semana.

Promesas de domingos que se esfuman conforme pasan los días.

Agente, hágame un control. Hoy voy limpia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario