lunes, 11 de marzo de 2013

Milongas



Un día llega el caos y la tormenta.

Te encuentras en caminos con pendientes pronunciadas de baldosas amarillas. Olvídate de ir saltando y cantando por él.

Aparecen brujas buenas y malas de puntos cardinales opuestos. No confíes en ninguna, son todas hermanas.

Te prestarán unos zapatos rojos de tacón, una talla menos que la tuya y te mandarán buscar un mago que cumple deseos.

Aparecerán por el camino espantapájaros sin cerebro, leones cobardes y hombres de hojalata sin corazón.

Cuando llegues al castillo, los magos no serán magos y nadie cumplirá tus deseos de volver a la normalidad.

Puedes seguir teniendo fe en que alguien hará posibles tus sueños. Que todo es maravilloso sobre el arco iris. Y que existen magos que te pueden solucionar la vida.

O también puedes despertar y ver la realidad.

Yo no creo en los cuentos. Solo estoy segura de una cosa. Los personajes y las brujas sí existen.

lunes, 4 de marzo de 2013

Resaca de Amor

Te levantas después de una noche bebiendo como si no hubiera mañana. Lo primero que piensas es: No bebo más.
Cambia el alcohol por amor y esa soy yo.

He probado cócteles de labios dulces, amargos, fuertes y afrutados. Y he conseguido un mareo considerable, un rechazo a enamorarme intenso y una resaca de amor sin cura.

Este síndrome de abstinencia me pide más amor, pero no puedo seguir borracha por la vida. Aguantaré los síntomas y esperaré a encontrarme totalmente sobria.

Un par de consejos de amigos con dosis de Ibuprofeno, fruta y agua para compensar la deshidratación y grandes raciones de sueño.

Si, creo que sobreviviré.

Como con las copas, en el amor sabemos dónde esta nuestro límite, pero lo superamos. También pensamos que controlamos, pero no es cierto. Y por último juramos no volver a caer pero volvemos a tropezar cuando llega el fin de semana.

Promesas de domingos que se esfuman conforme pasan los días.

Agente, hágame un control. Hoy voy limpia.

La Siesta de la Leona


Soy de esa clase de personas que tienen un escudo.

Lo utilizo inconscientemente como mecanismo de defensa para protegerme de daños. Siempre he pensado que mostrarse como uno es, te hace vulnerable.
Tengo la sensación que gracias a este método nada malo me puede ocurrir.

No cometas el fallo de creer que soy como aparento. No me conocerás hasta que me encuentre fuera de combate y me quite la coraza.

Solo seré yo cuando la leona se duerma.

Será entonces cuando veas que necesito ayuda para superar los miedos que digo que no tengo, que deseo recibir el cariño que no pido por orgullo y que no me gusta andar sin esa mano que siempre rechazo.

Contradicciones ambiguas para los demás y tan sencillas para mí.