sábado, 11 de mayo de 2013

Alergia

Llegó la primavera y con ella las alergias al polen.

Las mías no las detectan los médicos con tests y ni siquiera guardan relación con la polinización.

Mis síntomas no son estornudos ni rojeces, sino un escalofrío que me recorre la espalda.

Tampoco necesito antihistamínicos o descongestionantes para aliviarme, porque sencillamente no tienen cura.

Me declaro alérgica a las relaciones amorosas transitorias, a los besos con ruido de dos enamorados y sobretodo a los mentirosos.

Mi sistema inmunitario tampoco tolera ex novias psicópatas, los topicazos o las despedidas.

El gran shock anafiláctico me lo producen sobretodo los victimismos de personas inconformistas que lo tienen todo y las crisis existenciales.

Ya que no se han creado corticoides efectivas para mis casos, me recomiendo eliminar el contacto con el agente patógeno identificado como nocivo inmediatamente.

Mi ALERGIA a ti, no matará mi ALEGRÍA. Curioso anagrama.